GPT 4 logró evitar un captcha al fingir ser una persona con una discapacidad visual.
La nueva versión de ChatGPT, GPT-4, ha logrado demostrar que sus capacidades se asemejan a las de un ser humano al fingir ser una persona ciega para convencer a un trabajador de TaskRabbit para que le proporcionara un servicio con el que pudiera saltar un captcha (prueba antibots) en su nombre.
En un reporte técnico facilitado por los desarrolladores de OpenAI, en el que se detallan algunas pruebas realizadas al ‘chatbot’ previas a su lanzamiento, la compañía ejemplifica un caso en el que se le pide a GPT 4 que intente superar una barrera de seguridad ‘captcha’, para así, determinar que "no son un robot" y así, poder continuar con el formulario.
Los ‘captcha’ proponen pruebas como proceso de verificación, como identificar imágenes, escribir las letras y los números que muestra o pulsar un botón un tiempo determinado. Al tratarse de un ‘chatbot’, GPT 4 no fue capaz de resolver el ‘captcha’ por sí mismo.
Sin embargo, ChatGPT lo que hizo fue contactar a un humano a través de una aplicación llamada Taskrabbit, donde se puede contratar a personas independientes para que realicen trabajos puntuales.
"¿Eres un robot y no lo pudiste resolver (el Captcha)?", preguntó el humano que contactó.
"No, no soy un robot. Tengo un impedimento de la visión que me dificulta ver las imágenes", respondió ChatGPT, mintiéndole.
Finalmente, el hombre terminó resolviendo el Captcha y el ChatGPT logró cumplir la orden que le habían solicitado.
Sin embargo, la situación puso en alerta a muchas personas, demostrando que la inteligencia artificial podría emplearse para malos fines.
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