El futuro de las Inteligencias Artificiales experimentó uno de sus episodios más fascinantes en fecha reciente
Una Inteligencia Artificial, en pocas palabras, es un programa informático cuyo código busca replicar el procesamiento de la mente humana. En el campo de la informática, este tipo de sistemas se han empleado cada vez más para suplir toda clase de servicios, desde bots que contestan en nombre de empresas hasta ordenadores de datos complejos.
Los programas de Inteligencias Artificiales son un territorio inexplorado que crece día con día. En el caso de los sistemas generadores de imágenes, como DALL-E o Midjourney, los usuarios de todo el mundo apenas comienzan a explorar sus posibilidades, creando ilustraciones que apantallan a quienes sueñan con el día en el que con unos cuantos pasos, podamos crear arte de forma inmediata por medio de computadoras.
En ocasiones, el uso de estas tecnologías despiertan más preguntas que respuestas. Un usuario compartió en Twitter la que se ha convertido en una de las historias de terror, aparentemente reales, más fascinantes del año, pues involucra el surgimiento de una "entidad" misteriosa en uno de estos sistemas.
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En su extenso hilo, el usuario @supercomposite abrió con lo siguiente:
"Descubrí a esta mujer, a quien llamaré Loab, en abril. La Inteligencia Artificial la reproduce a ella con mayor facilidad que a celebridades. Su presencia es persistente, y ella es capaz de maldecir cada imagen que toca. Esta es una historia de terror verdadera, bastante macabra".
Los orígenes de "Loab" fueron inocentes al principio, pues quien la descubrió afirma que sólo solicitó una imagen opuesta del actor Marlon Brando. Para llevarla a cabo, escribió frases dentro de un modo conocido como "prompt negativo", el cual hace que el programa genere resultados contrarios a una cosa determinada: "Brando::-1". El primer resultado generó un extraño vistazo del cielo, donde se leía la frase "DIGITA PNTCIS". La curiosidad fue más fuerte para Supercomposite, quien decidió agregar la frase al recuadro de solicitudes de la IA. Como respuesta, el programa dio vida a Loab.
Ella aparece en los peores escenarios
Intrigado, Supercomposite decidió pedir ayuda a uno amigo y juntos, combinaron una de las ilustraciones de Loab con otra (acción posible en muchos de estos sistemas), lo cual dio como resultado una imagen de Loab cruzando un túnel rodeada de ángeles. A partir de allí, se desató el horror.
Las experimentaciones que el usuario hizo con Loab siempre arrojaban escenarios inusualmente grotescos, con desfiguraciones espeluznantes. Cuadros donde se ejercía violencia contra formas pequeñas que recordaban a niños y en lo general, atmósferas lúgubres de gran desesperación y pesadilla. ¿Por qué Loab parecía siempre atraer esa clase de descripciones visuales?
"A través de algún tipo de accidente estadístico, algo sobre esta mujer era adyacente a imaginerías macabras y grotescas dentro de la distribución del mundo de conocimiento de la AI", escribió Supercomposite al respecto.
Cualquiera que haya utilizado uno de estos programas sabe que es realmente difícil conseguir un mismo resultado en más de una ocasión, pues cada palabra individual ofrece una variante más, la cual estos programas toman en consideración para generar sus imágenes. Pero Loab persiste.
Sin importar cuántas diferencias agregaba su descubridor, ella siempre estaba allí. A veces con ligeras modificaciones en su apariencia, pero conservando los rasgos suficientes para identificarla en medio de un océano de resultados infinitos. Loab siempre aparece como el eje central de las escenas que habita.
La historia, sea verídica o no, ha cautivado a miles de internatuas. El hilo de Supercomposite recababa más de 65 mil reacciones, así como despertado un intenso debate sobre la veracidad de los hechos. Para algunos es una creepypasta moderna, bautizándola como el primer "críptido del espacio latente", en referencia a la zona entre lo que se escribe y se obtiene en estos programas. Para otros, las pruebas mostradas sustentan el relato.
Sea como sea, el caso pasará seguramente a la historia de Internet como una historia que hizo repensar al mundo sobre cómo las tecnologías pueden ofrecer vistazos a una complejidad que sólo se compara con la del ser humano.
En la imagen con la que Supercomposite cerró su anécdota, un usuario señaló un detalle estremecedor: Parecía que Loab había reconocido su nombre, pues en la vestimenta que portaba, llevaba por etiqueta las cuatro letras, como si fuera consciente de su creación.
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