Tres personas fueron detenidas por extorsionar a hombres casados que hallaron en servicios de escort en línea y a través de Grindr
Tres personas recibieron sentencias en el Reino Unido por participar en actos de extorsión hacia dos hombres casados, luego de filmarse teniendo encuentros sexuales con ellos y amenazarlos con divulgar la información con sus familias.
Los acusados son Kamar Ilyas, de 34 años de edad; Khalil Chaudry (29) y Aman Khan (33), quienes utilizaban páginas de escorts y la aplicación de citas Grindr para dar con sus víctimas.
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Dos de ellas presentaron denuncias a la policía que terminaron en la detención de los implicados, de acuerdo a una nota de Lancs Live.
El método consistía en que Ilyas sostuviera encuentros íntimos con los hombres casados, pertenecientes a comunidades donde la homosexualidad está prohibida, a la par que Khalil y Chaudry se encargaban de filmar el material y ejercer el acoso y extorsión.
Con fotografías, vídeos, e incluso con pretendidas denuncias de pedofilia, Ilyas, Chaudry y Khan exigían a sus víctimas grandes cifras de dinero para evitar divulgar sus secretos entre sus familiares o en redes sociales.
Se ganaban la confianza
En octubre de 2020, Illyas se citó con un hombre de Manchester al que había conocido a través de un servicio de citas escort en línea.
Luego de su primer encuentro en un hotel de la región donde sostuvieron relaciones sexuales, Illyas insistió en acordar una segunda cita con la víctima, hombre casado y con familia que pertenecía a un entorno donde no podía revelar su homosexualidad.
Si bien el afectado se mostró reacio, Illyas consiguió convencerlo y volvieron a acordar un encuentro. Pasaban horas conversando detalles íntimos en los que la víctima le revelaba aspectos de sí antes de consumar el acto sexual.
Pero esta segunda ocasión, al poco de despedirse y enviarle un mensaje a Illyas deseándole un buen viaje, el hombre de familia recibió una respuesta de parte de Illyas que decía "viejo sucio, te vas a arrepentir de esto".
A partir de aquí comenzó una serie de actos de acoso que buscaban persionar al afectado para que diera dinero. Fotografías de su trabajo y domicilio, llamadas a su esposa y la amenaza latente de revelarlo todo a las personas de su vida llevaron al hombre a denunciar el crimen a la policía.
Luego de identificar que el cuarto de hotel donde se dio el fatídico encuentro había sido registrado a nombre de Illyas, la policía dio con el sentenciado y descubrieron que no estaba solo en su crimen, ni que tampoco había sido la primera vez que perpetraba algo así.
También en Grindr
Una vez que la policía desenmascaró la artimaña de Illyas y compañía, identificaron un patrón que los llevó a relacionarlos con otro caso que había sucedido en la aplicación de citas Grindr.
En aquella ocasión, los victimarios se citaron con su objetivo en la casa de Illyas. Mientras Kamar sostenía relaciones con el segundo hombre casado, Chaudry y Khan irrumpieron en la habitación con cámaras, a la par que se hacían pasar por los tíos de Illyas.
Intentaron hacerle creer al extorsionado que Illyas era menor de edad y que lo denunciarían por actos de pedofilia. Si bien el hombre de familia sospechó por la rareza de la circunstancia, no dejó de sentirse atemorizado.
Acto seguido lo secuestraron en su vehículo por alrededor de 3 horas mientras lo amenazaban con hacerle saber a todo el mundo su secreto e incluso estuvieron cerca de arribar a su domicilio.
Desesperado por las circunstancias, el hombre abusado no tuvo otra opción que confesar todo con su esposa, quien denunció el acto con la policía, generando un registro de lo acontecido.
Los sentencian a más de 5 años en la cárcel
Los tres hombres intentaron apelar sus crímenes, declarándose arrepentidos e intentando reflejar un perfil libre de antecedentes y de conducta ejemplar (dos de ellos tenían hijos y eran apoyados por sus familias) para evitar sentencias graves.
El juez remarcó la crueldad de sus accciones antes de dictar 6 años y 3 meses para Illyas; 6 años para Khan y cinco años y ocho meses para Chaudhry.
Este caso nos muestra que las nuevas tecnologías nos permiten conocer personas de múltiples formas a través de aplicaciones y servicios de Internet, pero los riesgos siempre están latentes cuando ofrecemos aspectos íntimos de nuestras vidas a desconocidos.
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