El 73% de la ropa comprada en empresas de 'fast fashion' como Shein, Bershka, Zara, Pull & Bear y Forever 21 terminan anualmente quemadas o en el basurero.
El tema del ‘fast fashion’ ha causado diversas problemáticas pues además de generar condiciones de explotación laboral afecta directamente al medio ambiente. La industria de la moda genera el 10% de las emisiones de carbono a nivel global y alrededor del 20% de las aguas residuales mundiales.
La “moda rápida” produce grandes volúmenes de ropa basados en las últimas tendencias para que en el mercado haya millones de prendas y se realicen compras aceleradas para sustituir las que ya pasaron de moda.
La ropa tiene una mala calidad para asegurar su bajo precio por lo que prácticamente se vuelven desechables. Alrededor del 73% de la ropa producida anualmente termina incinerada o en basureros lo cual contribuye a la contaminación terrestre y atmosférica, según información de Greenpeace.
¿Qué medidas podemos tomar para combatir el problema ambiental que genera el ‘fast fashion’?
Las compañías deben tomar acción para frenar el impacto negativo que genera su producción masiva, pero por lo pronto, muchos usuarios han decidido dejar de consumir este tipo de productos y mejor recurrir a comprar ropa de segunda mano.
Una buena opción es acudir a bancos de ropa, asistir a bazares, comprar tu ropa en el tianguis u optar por que sea de marcas sustentables y locales, además de reparar, reutilizar y renovar la que ya tienes.
Muchas personas compran en tiendas de ‘fast fashion’ porque la ropa es económica y no tienen los recursos para poder comprar ropa más cara, sin embargo, el problema está en el consumismo de quienes compran una prenda, la utilizan un par de veces y luego la desechan, lo cual a final de cuentas es inevitable pues la ropa está hecha con una calidad baja para que pueda ser accesible.
Además de Shein, existen otras marcas de empresas como Bershka, Zara, H&M, Primark, Pull & Bear o Forever 21 que también son de ‘fast fashion’ y realizan las mismas prácticas que generan explotación y contaminación que producen efectos negativos en el consumo de agua, energía y en el medio ambiente.