Se trata de una medida que facilitaría la colonización de nuestro satélite natural
La humanidad regresará a la Luna y esta vez, permanecerá en su superficie durante más tiempo, como promete el programa Artemis de la Agencia Aeroespacial de Estados Unidos (NASA), hecho en conjunto con otras organizaciones. Con tal de que los equipos de astronautas que viajen de vuelta al satélite natural permanezcan allí sin problemas, un grupo de investigadores han propuesto un tipo de estructura que destaca por sus elementos, reportó Gizmodo.
Se trata de las mentes de la compañía Pneumocell, empresa austriaca que ha ideado que los futuros astronautas instalen invernaderos "inflables" que se conecten entre sí para conformar una "aldea" completamente habitable.
La empresa se dedica a diseñar estructuras de este tipo que se inspiran en células biológicas, por lo que recientemente ofrecieron su idea a la Agencia Espacial Europea dentro de la plataforma para solicitudes de innovación espacial.
Su proyecto recibe el nombre de "PneumoPlanet" (Planeta pulmonar, por una de sus traducciones), e incluye establecer dos hábitats en los polos lunares norte y sur del cuerpo celeste.
"Estos sitios (los hábitats) ofrecerían condiciones óptimas de iluminación que estarían próximas en regiones permanentemente sombreadas, las cuales tienen altas probabilidades de contener hielo(agua)", escribieron los científicos.
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Los requisitos oficiales
Uno de los requisitos primordiales para la convocatoria de los hábitats lunares es que los materiales empleados para su construcción sean ligeros de peso, pues deberán ser transportados de la Tierra a la Luna. Además, deben ser fácil de armarse una vez en suelo lunar.
En el caso del "PneumoPlanet" serían inflados luego de que ser llevados hasta allí. Una vez que estén listos, tienen que ser cubiertos por regolitos lunares de 5 metros de altura para crear un aislamiento termal que impida que las temperaturas frías de la Luna lleguen al interior de los módulos. Esta capa también protegería de la radiación cósmica.
En sí, las bases serían de 72 metros de anchura, y tendrían como parte de su diseño un túnel que interconecte los módulos, donde los invernaderos se unirían a secciones habitacionales. Los científicos estarían proyectando 16 de estos módulos.
Encima de cada estructura, habría una torre que contendría un espejo hecho de aluminio de plata que provería de iluminación al invernadero. Estos espejos rotarían para seguir la trayectoria del Sol a través del vasto espacio, redirigiendo los rayos hacia un cráter artificial que a su vez, la llevaría de vuelta a otro espejo, abarcando en sí el invernadero completo. Previo a su confirmación, será probado en la tierra para analizar su perfomance antes de que sea llevado a prubas en el espacio.
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