El pez robot 'Gillbert' podría ayudar a limpiar los océanos contaminados del mundo en un futuro cercano.
Un estudiante de ingeniería en Inglaterra ha diseñado un pez robótico llamado ‘Gillbert’, el cual utiliza sus branquias para filtrar los residuos de un río o del mar.
El pez robot Gillbert fue diseñado por una estudiante llamada Eleanor Mackintosh, quien fue seleccionada por un internacional porque podría formar parte de una solución para minimizar la contaminación por plástico en nuestras vías fluviales y mares.
Según Eleanor Mackintosh… “La contaminación del agua, especialmente la de los plásticos, es un problema enorme. No es sólo el océano el que lo sufre, sino los ríos, arroyos, lagos y estanques. Esto hace que sea un problema que no tiene una solución única”.
Cómo funciona el pez robot Gillbet
Al igual que un salmón, el pez robot Gillbert se desplaza por el agua agitando la cola y manteniendo la boca abierta para atrapar el agua y los microplásticos en una cavidad interna.
Cuando la cavidad está llena, el robot cierra la boca y abre sus válvulas branquiales lamelares, expulsando el agua de las válvulas y levantando el fondo de la cavidad.
El tamaño de Gillbert es de unos 50 cm de largo, lo que le permite capturar partículas de hasta 2 milímetros de tamaño. Tiene incorporado una unidad inteligente para seguir sus movimientos en el agua, además de sensores para evaluar los niveles de luz bajo el agua y su turbidez. Y también se puede iluminar por la noche.
El prototipo actual realizado por la estudiante funciona con control remoto por cable. Sin embargo, ya están mirando nuevas versiones con capacidades para que pueda nadar de forma autónoma, que pueda capturar partículas de plástico más pequeñas y ajustar un cuerpo que posibilite movimientos más rápidos.
Otra de las cuestiones interesantes es que es un proyecto “open source”, de código abierto en sus planos y características. Está fabricado para que cualquiera que tenga una impresora 3D en casa, pueda imprimirlo, mejorarlo o aportar nuevas ideas para mejorar el proyecto inicial.
Sin embargo, la idea de este invento no es usarlo para limpiar el océano de microplásticos, sino recolectar algunas piezas y analizarlas. Así los biólogos marinos sabrían qué microplásticos afectan a determinadas zonas y con qué densidad.
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