El cubrebocas ajusta sus poros para adaptarse a las actividades que realices.
El uso de cubrebocas fue una de las primeras medidas que se implementó para evitar la propagación de Covid-19. Las mascarillas genéricas fueron diseñadas para filtrar las particulas de polvo o para evitar la diseminación de otros microorganismos, pero no precisamente para contener el virus. La filtración que realizan es muy básica, por lo que un grupo de investigadores decidió crear una que pudiera adaptarse al entorno.
Diseñan cubrebocas que se adapta al ambiente
Investigadores de la American Chemical Society (ACS) han creado una mascarilla que es capaz de calcular la medida de los aerosoles (microgotas que salen cuando hablamos, tosemos y estornudamos) para ajustar los poros del cubrebocas según su tamaño y así permitir que entre la cantidad de aire que necesites según diferentes actividades.
El cubrebocas es capaz de ajustarse a las actividades que realices. Si haces ejercicio o te expones a altos niveles de contaminación y por ende necesitas recibir más aire, permitirá que se filtre una mayor cantidad, pero si te encuentras en un lugar cerrado, restringirá los niveles de filtración. Los expertos lo crearon después de darse cuenta de que no se necesita una filtración continua y que esta depende del lugar donde la persona se encuentre.
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El cubrebocas adaptable vs un cubrebocas convencional
Un cubrebocas convencional no puede ajustarse al ambiente y después de unas horas genera mucha incomodidad ya que el mal aliento, la humedad, el sudor y el calor hacen que se vuelva insoportable traerlo todo el tiempo a lo largo del día. Por esta razón, Seung Hwak Ko, líder del equipo y sus colaboradores, decidieron fabricar una mascarilla que se ajuste al ambiente para que no resulte tan molesto.
¿Cómo funciona?
Los cubrebocas dinámicos cuentan con un filtro integrado que permite que los microporos se expandan cuando se estire el filtro y pueda entrar una mayor cantidad de aire.
Se logró un gran aumento en la transpirabilidad del filtro, que estaba hecho de nanofibras electrohiladas, con sólo una pérdida de aproximadamente un 6% en la eficiencia de filtración", señala el documento.
Seguramente te preguntarás cómo le hace la mascarilla para detectar que necesitas más aire, pero para esto cuenta con una camilla alrededor del filtro que se encuentra conectada a un dispositivo portátil que contiene un sensor, una bomba de aire y un microcontrolador.
El dispositivo se comunica de forma inalámbrica con una computadora externa que ejecuta un software de inteligencia artificial (IA) que reacciona a las partículas en el aire, así como a los cambios en los patrones respiratorios del usuario durante el ejercicio", indicaron sus creadores.
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