Aunque muchos usuarios omiten este paso, expulsar un USB de forma segura es importante porque, de lo contrario, la información almacenada podría corromperse.
Normalmente, haciendo clic en el icono “Quitar hardware de forma segura” en la bandeja del sistema, se despliega una lista con los dispositivos conectados que podemos quitar.
El principal peligro de extraer un USB de forma brusca es que los datos se pueden corromper. Aunque la unidad no esté funcionando (copiando, escribiendo y pegando archivos) podría perderse toda la información almacenada. Por defecto, la mayoría de sistemas operativos utilizan la memoria caché para mejorar el rendimiento de un equipo.
El botón para expulsar un dispositivo le indica a la máquina que debe vaciar la caché, es decir, que debe asegurarse de que todas las acciones pendientes ya se han completado y que ningún proceso se va a interrumpir.
El modo en que Windows administra la caché es menos previsible que el de Mac y Linux. En principio, desactiva este tipo de búfer en las unidades que considera “extraíbles” porque muchos usuarios acostumbran a quitar el USB de un tirón sin expulsarlo debidamente.
Este mecanismo disminuye la probabilidad de que se corrompan los datos, pero no siempre es capaz de reconocer las memorias externas como “memorias extraíbles”. Cuando es así, no ofrece la opción de “extraer de forma segura” y en estos casos debemos extremar las precauciones.
Lo mejor es acostumbrarse a hacerlo del modo correcto, como una rutina informática más.