“Quieren que entrene a la IA para que haga mi trabajo".
El reciente surgimiento de las inteligencias artificiales ha despertado la preocupación de miles de personas en todo el mundo, quienes sienten que pueden ser “reemplazadas” por esta tecnología que continúa evolucionando a pasos agigantados.
Un claro ejemplo de esto es el chatbot “ChatGPT”, de OpenAI, el cual se ha destacado por su capacidad para mantener conversaciones fluidas como un ser humano, responder cualquier tipo de pregunta de una manera natural, redactar textos, y hasta traducciones en cualquier tipo de idioma.
Fue sustituida por una IA
Bajo este contexto es que se ha viralizado en redes sociales la historia de Emily Hanley, una tiktoker que ha contado en un vídeo cómo la IA le ha quitado el trabajo, de una manera bastante cruel. Ella es una copywriter, redactora de contenido, y trabajaba en una pequeña empresa escribiendo sus textos. Le iba muy bien en su puesto hasta que la empresa descubrió ChatGPT, y todo cambió.
La empresa optó por reemplazar las competencias de Emily con la IA de ChatGPT, ya que les resultaba más económico en comparación con contratar a un empleado humano. Esta inteligencia artificial es capaz de crear contenido escrito, entre otras habilidades, aunque no tiene la capacidad de escribir sobre actualidad reciente.
Trabajar para entrenar a su reemplazo
Después de ser despedida, comenzó a buscar un nuevo empleo. Sin embargo, pasó bastante tiempo hasta que recibió una llamada que le trajo “perspectivas emocionantes”.
La oferta de trabajo era en modalidad de freelance, es decir, que Emily trabajaría como redactora autónoma para ellos, sin disfrutar de los privilegios de la empresa o de una paga por desempleo.
El salario de la oferta es “digno”, lo justo para vivir, explica la joven. No obstante, la propuesta laboral es para entrenar a una Inteligencia Artificial que reemplazaría su trabajo.
“Quieren que entrene a la IA para que haga mi trabajo. Y voy a tener que tomarlo. Voy a tener que trabajar aquí porque no puedo pagar mi apartamento. No tengo salida, no hay otra opción para mí“, fueron las palabras de la joven en la plataforma de TikTok.
La única opción para Emily es aceptar el trabajo como redactora para entrenar a una IA de creación de contenido, durante seis meses, para luego volverla a despedir.
Sin embargo, dada la difícil situación en la que se encuentra y el perjuicio que esto representa tanto para ella como para sus colegas de profesión, Emily no tiene más opción que aceptar el trabajo. Actualmente, se ve obligada a vender sus pertenencias más preciadas, incluyendo joyas y objetos personales, para poder pagar el alquiler y alimentarse.
“No tengo salida, no hay otra opción para mí”, comenta apesadumbrada.
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