Muchos de ellos cuentan con equipos profesionales y en algunos casos obtienen ganancias más que decentes
En algunas partes del mundo las personas que se dedican a crear contenidos en redes sociales, como los influencers, pueden llegar a extremos con tal de conservar su relevancia mediática. En algunos casos, la búsqueda de likes, vistas y sobre todo de dinero pueden alcanzar niveles irreales.
Recientemente se ha reportado cómo muchos influencers de China realizan sus trasmisiones en vivo desde las zonas acomodadas de sus ciudades para "mendigar" donaciones de sus seguidores. Esto lo consiguen al engañar a la geolocalización de las plataformas de streaming que utilizan, ya que al trasmitir desde estas áreas, el algoritmo recomienda el contenido entre los usuarios acaudalados que habitan en inmediaciones.
De esta manera los influencers consiguen audiencias con mayor poder adquisitivo a comparación de otros sectores de la población.
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Ingresos decentes
Hechos como los mencionados fueron exhibidos por una YouTuber originaria del país asiático, llamada Naomi Wu, quien en su cuenta de Twitter relató cómo es que los ingresos de muchos de estos "influencers mendigantes" obtienen sumas considerables de dinero, además de que se trata de una actividad que no es insegura ni ilegal.
Debido al alto número de personas realizando trasmisiones en la vía pública de las zonas acomodadas de China, la presencia de maleantes o personas indeseables es menos frecuente, pues el riesgo de ser captado por una cámara en tiempo real es alto.
Contrario a lo que su acción aparente, muchos influencers que realizan estas prácticas cuentan con equipos apropiados para realizar sus trasmisiones o crear sus contenidos sin ningún obstáculo. En palabras de la misma Naomi, "debes ser inteligente y tener algo de talento: cantar, pintar", pues las apariencias estéticas no lo son todo para triunfar entre los espectadores.
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