El poderoso instrumento tomó fotos de regiones de gas ionizado que formaba nubes multiclores deslumbrantes
La galaxia Messier 51 es tan resplandeciente y gigantesca que cualquier aficionado a la astronomía puede admirarla desde la Tierra, sin embargo, las recientes capturas hechas por el telescopio James Webb han dejado al mundo boquiabierto.
Estas tomas fueron difundidas por la Agencia Espacial Europea el martes. Las fotografías se lograron gracias a los dos intrumentos infrarrojos de gran capacidad instalados en el telescopio multimillonario.
Las herramientas infrarrojas son esenciales para el tipo de tomas insólitas que el James Webb ha tomado del universo, pues esto permite a los astrofísicos y astrónomos tener vistazos detallados entre el polvo intergaláctico y las nebulosas gaseosas de todo lo que alberga el cosmos.
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Para notar la diferencia entre el nivel de precisión de cada toma, en la siguiente imagen podemos apreciar una toma de la galaxia hecha con la cámara Near-InfraRed (NIRCam, por sus siglas en inglés).
En la imagen anterior, los filamentos rojos de la galaxia son la zona más caliente e ionizada del cuerpo celeste, conformada por estrellas recién formadas.
Por otro lado, esta toma fue conseguida con el instrumento Mid-Infrared (MIRI) del telescopio:
Una galaxia que cautiva a los astrónomos
El torbellino cósmico de M51 lleva siglos capturando la atención de los amantes del espacio desde que fuera descubierta en 1773 por el astrónomo francés Charles Messier.
Hoy en día, la galaxia es clasificada como una de "gran diseño" en forma de espiral, ya que sólo una de cada diez galaxias cuenta con remolinos tan bien definidos provenientes de su región central.
Uno de los motivos por el que tiene esta extraña forma se debe a la fuerza gravitatoria que ejerce su vecino, la galaxia enana NGC 5195.
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