El incidente destapó cientos de testimonios sobre prácticas y abusos similares en México
La industria turística puede acarrear prácticas que al no ser sancionadas, derivan en experiencias desagradables para los consumidores. Tal fue un caso que se denunció en redes sociales donde en una visita al pueblo turístico de Pátzcuaro, Michoacán, un grupo de personas terminó pagando 800 pesos mexicanos por cuatro órdenes de enchiladas sencillas (con cuatro piezas) en un puesto de la calle.
El caso se reportó a principios de esta semana, luego de que se viralizara en Facebook y TikTok la mencionada denuncia; en ella, un sujeto sin identificar remarcó que en un puesto le habían cobrado dicha cantidad tras terminar de comer.
El problema, como suele ocurrir en estos casos, es que el puesto no les había informado de antemano los precios de sus platillos, revelándolos hasta cuando los desafortunados comensales habían termiando de comer, siendo presas de una estafa que es común entre turistas del país.
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Además de causar reacciones negativas y condenas por parte de usuarios en redes, el incidente dio pie a que se compartieran miles de testimonios similares de todas partes de la república. Este tipo de abusos son recurrentes en restaurantes y sitios de comida en zonas de gran atractivo turístico, sin que se tomen medidas más estrictas que ayuden a reducir el número de casos.
Profeco intercede
Los hechos trascendieron la esfera de Internet y poco tiempo después, personal de la Profeco exhibió una visita a la zona de las infames enchiladas. Las autoridades hicieron señalamientos a los puestos del lugar para que en respeto a los derechos del consumidor, exhiban sus precios y no realicen cambios sin previo aviso.
Sin embargo, si bien esta medida fue aplaudida, algunos internautas inconformes exigieron que las mismas acciones sean emprendidas contra todos los establecimientos, en especial los de lujo.
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