Este tipo de sistemas de seguridad causan debates en la sociedad
En un mundo cada vez más conectado, la tecnología de reconocimiento facial ha ganado popularidad en algunos sectores públicos y privados para vigilar y controlar a la población. Sobre todo, bajo la idea de prevenir delitos.
Sin embargo, también ha despertado preocupaciones sobre la privacidad y seguridad de la población civil, pues este tipo de sistemas que recurren a inteligencia artificial, cámaras de vigilancia y monitoreo desde centros de ciberseguridad han demostrado no ser infalibles, sobre todo al momento de catalogar a individuos bajo criterios sesgados.
Por ello, hoy te presentamos algunas de las principales razones por las que esta tecnología es tan peligrosa para la población común, extraídos del medio educativo Second Tought, empresa dedicada a crear contenidos divulgativos sobre cuestiones éticas y morales en la ciencia y la tecnología modernas.
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¿Qué son las tecnologías de reconocimiento facial?
Son un conjunto de herramientas que utilizan algoritmos y cámaras para identificar y autenticar personas mediante el análisis de sus características faciales únicas, como la forma de los ojos, la nariz y la boca.
Por lo regular, el reconocimiento se logra comparando los rasgos capturados con una base de datos previamente almacenada, siendouna forma de reconocer a alguien utilizando su rostro como una especie de "contraseña".
¿Por qué es peligrosa la tecnología de reconocimiento facial?
De acuerdo con el canal Second Thought, los principales peligros que representa la tecnología de reconocimiento facial son los siguientes:
1. Violan los datos personales: La tecnología de reconocimiento facial recopila y almacena enormes cantidades de datos biométricos, como nuestras características faciales únicas. Esto nos hace vulnerables a posibles violaciones de datos, lo que podría llevar a la suplantación de identidad y el uso no autorizado de nuestra información.
2. Aumenta la vigilancia masiva: Con el uso generalizado de cámaras de seguridad equipadas con reconocimiento facial, nuestras actividades cotidianas pueden ser monitoreadas constantemente sin nuestro consentimiento. Esto plantea serias preocupaciones sobre la libertad individual y el derecho a la privacidad.
3. Discrimina y cataloga perfiles incorrectos: Los sistemas de reconocimiento facial no están exentos de errores, pues pueden identificar erróneamente a personas inocentes como criminales o pueden tener un sesgo racial o de género, lo que puede resultar en discriminación y estigmatización injustas.
4. Amenaza al activismo y a la libertad de expresión: El uso de tecnología de reconocimiento facial en protestas o manifestaciones puede intimidar a los participantes y desalentar la participación en el activismo social y político. La posibilidad de ser identificado y perseguido por el gobierno o actores malintencionados puede inhibir nuestra libertad de expresión y el derecho a protestar pacíficamente.
5. Incrementa el tiesgo de uso indebido por parte de gobiernos y empresas: La tecnología de reconocimiento facial permite un control sin precedentes sobre la población. Gobiernos y empresas pueden utilizarla para fines no éticos, como el seguimiento de ciudadanos, la manipulación del comportamiento del consumidor o la recolección masiva de datos para obtener una ventaja competitiva.
Aunque el reconocimiento facial ofrece presuntamente ventajas en términos de seguridad y conveniencia, también acarrea peligros asociados con su mal uso.
Por ello, es crucial abordar estas preocupaciones mediante una regulación adecuada y el desarrollo de salvaguardias que protejan la privacidad y derechos fundamentales de las personas.
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