Rick Famuyiwa explica que es una experiencia un poco surrealista dirigir al equipo encargado de darle vida a Grogu
El director de The Mandalorian, Rick Famuyiwa, explicó cómo es trabajar con una marioneta como Grogu, pues en sus filmaciones suele comunicarse con palabras con los actores para concretar las tomas que quiere, pero, ¿cómo le hace con “Baby Yoda”?
Famuyiwa explicó a través del podcast semanal de Star Wars de la EW cómo ha sido un proceso muy interesante interactuar con la marioneta de Grogu. Lo más sencillo para él ha sido dirigirse a al comité que se encarga de manejar a Grogu como si fuera una sola persona pues son cinco los encargados de controlar y dirigir al personaje. Una persona trabaja en las manos, otra en las cejas, así que es complicado lidiar con ello pero el director ha decidido hacer como si todos fueran un mismo actor.
El director se comunica con los titiriteros de Grogu de manera directa: "Es muy emotivo ver cómo los magos de Legacy que construyeron este títere son capaces de representar y realmente usar caras de maneras tan únicas y matizadas", dice Famuyiwa. "Realmente se me hizo más fácil hablar con los titiriteros de la misma manera que hablaría con un actor. Y si hay ciertas cosas que estaba buscando o ciertas cosas que sentía que podían expandirse o que no estaban funcionando del tod , simplemente les hablaba y les decía: 'Oye, esto es lo que estoy buscando. Realmente necesito ver un poco más de esto'".
Rick Famuyiwa explica que es una experiencia un poco surrealista dirigir al equipo encargado de darle vida a Grogu aunque asegura a modo de broma que aún no ha llegado al punto de hablar directamente con la marioneta.
El director de The Manadalorian confiesa cuál es su película favorita de Star Wars
Ya sabemos que la película favorita de Pedro Pascal, quien interpreta a nuestro querido mandaloriano, es "El retorno del Jedi", así que ahora Fumiyawa confesó cuál es la suya: "El imperio contraataca".
"El Imperio contraataca" realmente me atrapó en términos de la narración y el desarrollo de las relaciones", dice el director. "Pero también como, 'Oh, Dios mío, aquí es donde vamos a terminar. ¿Y los buenos no van a [ganar]? ¿No se van simplemente y tienen que lidiar con eso?' Había algo que, de niño, pensaba: '¿Qué es esto? ¿Qué significa esto?' Y me llevó a esta idea de que la narración de historias no necesariamente siempre tiene que atarse a sí misma en este lazo limpio".